El primer paso para tomar cualquier medida relacionada con el SEO (posicionamiento en buscadores) es hacer una auditoría del estado actual de la web.
Gracias a este diagnóstico, será posible decidir unos objetivos a medir y un plan de acción que conste tanto de las tareas a realizar como la prioridad de éstas según las necesidades de la web.
Para ello, es necesario estudiar:
Una de las tareas más importantes antes incluso de hacer un sitio web es realizar un estudio de palabras clave. A la hora de establecer un negocio online, es vital realizar un estudio de mercado y saber cuánta gente está interesada en tus productos, cuánta competencia hay e incluso intentar descubrir posibles huecos de mercado que se puedan aprovechar para un nuevo nicho.
El estudio de palabras clave sirve para tomar decisiones cruciales para tu negocio, no sólo en sus primeras etapas, sino también a la hora de tomar decisiones en la estrategia de contenidos y apostar por determinadas acciones.
Es, por tanto, necesario tener claras cuáles son las palabras clave representativas de la empresa, además de por cuáles se va a apostar el SEO para intentar una posición privilegiada en los principales buscadores.
Esto afecta tanto a los contenidos de tu web como incluso a la hora de optimizar una página en concreto para determinadas palabras clave.
Una vez se ha realizado un estudio de palabras clave, es necesario optimizar el sitio o la página web para que se posicione mejor para las palabras clave elegidas. De esta manera podemos obtener muchas visitas de manera orgánica, es decir, gracias al tráfico de los buscadores gratuito.
La optimización de contenidos consiste mejorar el SEO para los contenidos ya existentes realizando una serie de tareas que optimicen su posicionamiento para las palabras clave más interesantes y, posteriormente, diseñar una estrategia de contenidos para la web. Editar los contenidos ya existentes para que apoyen el SEO y proponer nuevos contenidos que lo impulsen.
Se trata de una estrategia de marketing online a largo plazo, ya que los resultados pueden tardar un tiempo en ser evidentes. Pero a la larga es muy rentable gracias a que, mientras que en la publicidad de pago (SEM) los resultados son inmediatos, en el SEO se obtiene poco a poco la confianza de Google y otros buscadores y, al final, se pueden obtener muchos posibles clientes de manera gratuita.
Entonces, ¿es mejor el SEO que el SEM? ¿por cuál es mejor apostar? Sin duda, depende de las necesidades del proyecto, pero en gran parte de los casos lo mejor es apostar por ambos: el SEM para resultados a corto plazo y mientras ir optimizando el SEO para beneficiarse de ello a largo plazo.
Un sitio web puede ser optimizado para el SEO no sólo gracias a sus contenidos sino también gracias a cómo está estructurado y programado.
Hay mucha información que se puede añadir a cada página para ayudar a los buscadores y las redes sociales a que la interpreten mejor. De esta manera se puede indicar de manera explícita determinados detalles cómo qué tipo de página es, si su contenido es sobre una localización concreta, quién es su autor…
Además, también es necesario optimizar la web de manera que tenga el menor tiempo de carga posible. Google y cualquier buscador interpreta que una página que tarda mucho en carga es, por tanto, una página de baja calidad y su posicionamiento se ve empeorado.
Por otra parte, hay que tener en cuenta también la usabilidad y experiencia de usuario, especialmente en visitas desde dispositivos móviles con una conexión menos potente. Recuerda que hay numerosos estudios que demuestran que cada segundo cuenta, y que las conversiones de un sitio web pueden disminuir drásticamente si éste es lento ya que los usuarios cada vez son más impacientes.
